Quisiera decirte tantas cosas
Para que cada vez que te recordara
No me arrepintiera de lo que murmuré
A tu oído sin que te dieras cuenta.
Y ahora, que tengo la oportunidad
Que estás aquí
Junto a mí no hay nada más
No hay mensajes ocultos y no hay que decir.
No hay voz que salga de mi boca,
Palabras que te hagan perderte en fantasías
Que te hagan soñar una vez más
En tiempos mejores y sonrisas cálidas.
Tan sólo estoy yo,
Viéndote caer y subir
Viéndote luchar al tiempo
Que yo sólo me escondo detrás de ti.
Y te pido perdón
Una, dos o mil veces perdón
Por crear mi hogar entre tu hombro y cuello
Mientras te dejo a ti sin asilo.
Quisiera ser un poco más fuerte
Para no tener que llorarte tan amargamente,
Y poder decirte todas las cosas
Que sé que algún día me arrepentiré si no
Te digo.
Quisiera perderme entre tus sabanas,
En la tierra de tu dolor y tu esperanza
Y poder prometerte que todo estará bien
Y que pronto, estaremos en casa.
Porque está allí, escondido en tus ojos
Ese hogar al que deseo pertenecer,
Ese lugar que no quiero que desaparezca,
Tras lágrimas o parpados cerrados.
Por eso, a veces, cuando me miras
Se siente como en casa,
Cuando tu voz me llama y tu olor
Me embriaga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)